Origen e historia de la raza: El Dogo de Burdeos es uno de los perros más antiguos de Francia. Llega al país galo durante las grandes invasiones de guerreros venidos de Asia. Una vez allí, este se cruza con múltiples razas ya presentes allí. La raza Dogo de Burdeos no fue reconocida hasta el 1926. Y algunas otras razas, sufrió las consecuencias de las guerras mundiales y estuvo a punto de extinguirse. Afortunadamente un grupo de apasionados de esta raza, se encargaron de relanzarla en 1972. Históricamente, el Dogo de Burdeos ha sido utilizado para guardar el ganado, para la caza e incluso como compañero de los soldados durante la guerra. Ha sido también perro guardián de casas y castillos.
Temperamento y carácter: La fama que ostenta es la de excelente perro guardián y de defensa. Y se la ha ganado con creces. Pero también es un perro muy sociable, de temperamento calmado y tranquilo que puede ser un excelente compañero. Es amistoso, curioso, sociable, atento, valiente y físicamente muy exigente. Muy ligado a los suyos, es un animal de costumbres y le encanta proteger a su familia y asegurar la casa. Y a todas esas facetas que os decíamos anteriormente, hay que añadir que es también un excelente compañero de juego para los niños.
Es un perro que ladra únicamente en casos de peligro o necesidad. Si el Dogo de Burdeos está bien adiestrado y educado, y vive muchas experiencias positivas en su juventud, desarrollará el temperamento equilibrado que atesora y su comportamiento con otros animales de compañía será excelente una vez alcanzada la edad adulta. De no ser así, puede mostrarse dominante con otros perros, sobre todo los machos.
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